Todo comenzó una noche de lluvia, estaba viendo una película de suspenso, y sí, daba demasiado miedo. Cuando terminó la película me fui a hacer unos fideos ramen, cuando escuché el teléfono, fui y atendí y dije:
-¿Hola?
Y contestaron:
-Nos vemos luego- (risas).
Yo me asusté demasiado, parecía una película de terror. Colgué el teléfono y fui a comer mis fideos ramen. Luego de terminar mis fideos ramen, suena el teléfono y atendí y dije de nuevo:
-¿Hola?
Y me dijeron:
-No debiste colgar.
Y obviamente me iba a asustar y colgué. Luego fui a mi habitación, cerré las puertas, las ventanas y me acosté. Luego me desperté porque escuché sonar el teléfono, bajé, atendí y dije:
-¿Quién eres?
Y contestó:
-El terror en tu teléfono- (risas).
Colgué y fui a mi habitación, el teléfono no dejaba de sonar y yo tenía demasiado miedo. El teléfono seguía y seguía, me armé de valor y bajé, atendí y dije:
-¡Deja de molestarme!
-¿Por qué compraste este teléfono? Este teléfono me pertenece ¡yo soy Mariana Whits!
Yo colgué y llevé el teléfono a mi habitación y busqué en Google el nombre Mariana Whits y me sorprendió lo que encontré. Mientras leía y leía, leí una parte que me dio demasiado miedo. Mariana Whits era una bruja de la ciudad que cuidaba su teléfono como a su hijo y cuando murió, su casa quedó abandonada y el teléfono lo vendieron. Y sí por error lo compraste, estás en malas condiciones. Ella te perseguirá hasta que mueras y su teléfono esté libre ¡Cuidado! Si te llama solo quema el terror de su teléfono.
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