Hace unos años había un chico llamado Rocko que tenía una amiga llamada Juana. Él y Juana eran fanáticos de los patos y los aliens. Todos decían que los niños eran raros, pero a Rocko y a Juana no les interesaba qué dijeran de ellos. En cambio, ellos explotaban su imaginación comiendo tartas. Mientras Rocko comía, Juana hablaba y hablaba de su imaginación.
Después de comer las tartas, salieron a jugar, pero el juego se detuvo porque se encontraban en la Luna. Él y Juana estaban locos de la emoción, no sabían si correr, jugar, gritar o llorar. Después de estar pensando un rato, decidieron salir a caminar por la luna a ver qué encontraban. Luego de caminar aproximadamente 30 minutos, vieron algo que los dejó paralizados ¡eran alaliens! Después de ver a los aliens, fueron corriendo a hablarles, llegaron y les gritaron:
-¡Aliens! ¡Por aquí!
Los aliens voltearon y los vieron y les dijeron:
-¡Hola! ¿Qué los trae por aquí?
Ellos se acercaron un poco más y les dijeron que estaban comiendo tartas y cuando las acabaron salieron y aparecieron en la Luna.
Los aliens les dijeron:
-¡Pero qué mal!
Y Rocko les dijo:
-¿Por qué?
-No nos hemos presentado -dijo el alien de vestido blanco con patos.
Se presentaron:
-Mi nombre es Rocko y ella es mi amiga Juana.
Los aliens dijeron:
-Nuestros nombres son Pato y Potato.
Rocko se sorprendió y dijo:
-¡Pero qué nombres tan increíbles!
Y Juana dijo:
-¿Y si vamos a comer unas ricas tartas?
Y le respondieron:
-¡Claro que sí!
Rocko, Juana, Pato y Potato fueron a comer tartas. Comieron aproximadamente 50 tartas: Rocko comió 10 tartas, Juana 10, Pato 10 y, como siempre, Potato se había comido 15 tartas, su vestido se había roto de tanto comer.
Habían pasado horas y horas, hasta que la nada Rocko y Juana se habían despertado en sus camas ¿Todo había sido un sueño? Rocko se levantó de un salto y abrió la puerta y seguían en la Luna ¿Los aliens cómo supieron que su habitación era así? Juana vio por abajo de la puerta y no pudo creer lo que vio, sus padres eran los aliens. Salieron corriendo de ahí, tomaron un taxi volador y cuando llegaron a sus casas, Rocko empezó a escuchar su nombre de lejos, cada vez era más fuerte, hasta que abrió los ojos. Sí, lamento decepcionarlos, pero todo había sido un sueño.
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